500 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO.

Autor: Carlos Claver

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En este 2019 comenzamos a celebrar el quinientos aniversario de la expedición dirigida por Magallanes y ElCano que logró realizar la primera vuelta al mundo. Aunque, el principal motivo por el que se organizó la expedición fue ir en búsqueda de especias. Sí, esas mismas que hoy encontramos en cualquier supermercado pero que en la Edad Media había que ir a buscar a la única zona del planeta donde se producían en gran cantidad; las Islas Molucas, también conocidas como las Islas de las Especias por la cantidad de clavo y nuez moscada que producían.

¿Y por qué costaba tanto algo que hoy en día vale tan poco? Por un lado, en una época en la que no existían frigoríficos, las especias podían conservar y disimular el sabor de la comida en mal estado, haciéndola agradable al paladar. Por otro, había que realizar un largo y peligroso viaje para conseguirlas, por lo que había mucha demanda y poca oferta del producto.

En la Edad Media los árabes compraban las especias en la India, de ahí las llevaban al Mediterráneo oriental, donde se las revendían a los italianos, que las vendían por Europa. Cuando un saquito de pimienta llegaba a Europa había navegado enormes distancias en barcos pocos seguros y expuestos a piratas, había atravesado desiertos y frías montañas en caravanas, y había pasado por decenas de intermediarios. Además, tras la caída de Constantinopla en 1453, el Imperio Turco Otomano tomó el control del Mediterráneo Oriental, la puerta de entrada de las especias de Asia a Europa. Los turcos van a bloquear la ruta de las especias, exigiendo tasas elevadas para que pasaran. El precio de las especias se va a disparar, serán un auténtico lujo. Un saquito de pimienta valía lo que el salario de un trabajador durante toda su vida.

Para evitar a los turcos habrá que buscar nuevas rutas que permitieran llegar a las especias de forma directa, y esto solo podía hacerse por mar, navegando hacia occidente, y fue lo que hicieron España y Portugal entre finales del siglo XV y principios del XVI. Muchos lo intentaron, como Vasco de Gama o Colón y será la intención fundamental de esta expedición dirigida por Magallanes.

El promotor de la aventura, Magallanes, nace en 1480 en un pueblecito al norte de Portugal. Con diez años se queda huérfano y entra como paje al servicio de la reina Leonor, esposa del rey Juan II de Portugal. Allí, en el Palacio Real de Lisboa, fue testigo de cómo los navegantes le proponían al rey ideas para llegar a las especias de Oriente, se forma en astronomía y aprende a orientarse con sextantes, astrolabios y mapas. Además, el joven Magallanes formará parte de diversas expediciones a Oriente y el Norte de África, donde vivirá tempestades, motines y batallas en las que queda cojo para siempre, y en las que va madurando su plan. Éste, consistía, basándose en datos geográficos privilegiados, en encontrar un paso al Mar del Sur en la bahía del Río de la Plata. Y lo encontrará, pero bastante más al sur.

Magallanes le propone en primer lugar su proyecto al rey de Portugal, Manuel I. Este, a pesar de los años de servicio a la casa real portuguesa, lo desprecia y rechaza su propuesta. Magallanes, testarudo, prueba suerte en España, primero propone su proyecto ante la Casa de la Contratación, aquí en Sevilla, pero lo rechazan de nuevo. Lejos de rendirse, decide presentarlo al mismísimo rey Carlos I.

Gracias a un viejo amigo se reunirá con Carlos I en Valladolid, y le argumenta una razón de peso para apoyar su plan: en la división que el Tratado de Tordesillas hizo del mundo, las Islas de las Especias deben encontrarse en la parte española. Carlos I aceptó el plan y en 1518 firmaron un acuerdo poniéndole a su disposición una flota de cinco naves. Con el apoyo y financiación necesarios para su plan Magallanes se traslada a Sevilla, donde durante dos años estará preparando la expedición. En este momento Sevilla era el Puerto y Puerta del Nuevo Mundo. El puerto de la ciudad era bullicioso y cosmopolita. Se encontraba en el Arenal, una gran explanada entre las murallas y el río, y entre la Torre del Oro y el Puente de Barcas.  
 
En este antiguo puerto del Arenal se cargaron todas las provisiones para abastecer a los tripulantes de la expedición, más de 250, durante dos años, aunque luego serían tres. En total, 500 toneladas de provisiones: galletas de mar, sardinas, carne de cerdo salada, toneles de agua, vino de Jerez, para cuando el agua se pudriera? y hasta 7 vacas vivas para que les proporcionaran carne y leche fresca. Además de los alimentos cargaron objetos para hacer trueques con los indígenas y armas, aunque la expedición era pacífica, no se sabía a lo que se podían enfrentar, el riesgo y el peligro en este tipo expediciones estaba asegurado.

Las embarcaciones que formaban la expedición fueron cinco naos; la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago. Estos barcos Tenían tres mástiles con velas cuadradas. La nao, junto con la carabela que era más pequeña y ágil, dominó la navegación en la era de los descubrimientos. De estás cinco naos solo pudo completar la aventura una; la Victoria.

Tras dos años de preparativos, el 10 de agosto de 1519, la flota partirá hacia Sanlúcar, pero sin Magallanes ni los capitanes de las naos, que se quedaron a resolver papeleo. Antes de partir, Magallanes juró lealtad al rey en el Monasterio de la Victoria en Triana, y se encomendó a la Virgen de la Victoria para que todo fuera bien. Hoy en día esta imagen está en la Parroquia de Santa Ana. En Sanlúcar terminaron de preparar los barcos. Magallanes dará las ultimas instrucciones; obligó a todo el mundo a confesarse, prohibió que embarcarse mujer alguna, y dio una serie de normas de comportamiento, aunque no le sirvió de mucho puesto que sufrió más de un amotinamiento. El 20 de septiembre de 1519 desplegaron las velas, partiendo rumbo a lo desconocido.

La expedición contaba con un cronista, el escritor y erudito italiano Antonio Pigafetta, que realizará un diario de viaje, gracias al que conocemos todo lo que ocurrió durante la aventura. El cronista nos cuenta como la primera parada, tras partir de Sanlúcar, será Tenerife, para después adentrarse el Atlántico donde sufrirán fuertes tormentas, llegando a sufrir alucinaciones, veían a San Telmo en las velas.

Tras dos meses de duro viaje por el Atlántico llegaron a Brasil, en un primer momento no pararon, según Tordesillas pertenecía a Portugal, pero finalmente, agotados, pisan tierra en Río de Janeiro. Allí encuentran unos indígenas amables, con los que harán intercambios. Verán por primera vez loros y jacarandas, y probarán la piña, el maíz y la patata, una raíz con sabor a castaña, según Pigafetta. Posteriormente la expedición se dirigió hacia el sur, llegaron al Río de la Plata, donde según Magallanes se encontraba el ansiado paso al Mar del Sur, pero no fue así, se había equivocado. Continuaran navegando hacia el sur, la tripulación se iba desanimando, el clima se iba hacía cada vez más frío, veían costas llenas de leones marinos y unas ocas negras con picos de cuervo; pingüinos.

Nuestra expedición, en estos momentos, se encontraba en la Patagonia, donde deciden invernar en un golfo que llamaran de San Julián. Las condiciones cada vez eran peores; el frio, la falta de provisiones, y el desánimo de la tripulación, que pensaban que el plan de Magallanes había fracasado, provocaran un motín. La rebelión fue sofocada y como castigo dos de los capitanes serán descuartizados.

Después de estar varios meses en San Julián parten hacia el sur con un barco menos, la Santiago, q había naufragado en una exploración por la costa. Tras varios meses de navegación llegarán a una bahía llena de laberintos de canales, la van a explorar, y llegarán por fin al tan ansiado paso hacia el Pacífico. El estrecho de Magallanes. Para dar cuenta del descubrimiento, la nao San Antonio regresará a España desobedeciendo a Magallanes. Durante algún tiempo se les tendrá como los únicos supervivientes de la aventura. En su viaje de regreso descubrieron las Islas Malvinas. La zona del estrecho era de flora increíble, vieron araucarias y durante la noche las hogueras de los indígenas, de ahí que la llamaran Tierra de Fuego.

Tras cruzar el estrecho, Magallanes pensó que había llegado al Índico, y que las Molucas estarían cerca, pero no calculó bien el tamaña de la tierra y días después se dio cuenta que se trataba de un nuevo Mar, al que por su tranquilidad bautizaron como Pacífico. Cada vez el hambre era mayor, la tripulación se alimentaba de cuero remojado y ratas, apareciendo enfermedades como el escorbuto. Después de tres meses de infierno, navegando por el Pacífico sin ver una sola isla habitada, divisaron tierra, se trataba de una isla paradisiaca repleta de palmeras y bananeros... Pero los nativos, sin mediar palabra, se abalanzaron sobre las naves robando todo lo que encontraron. Por este encontronazo bautizaron a estas islas como las Islas de los Ladrones, hoy en día Guam, en el archipiélago de las Marianas.

Tras las islas Marianas, van a llegar a las Filipinas, donde establecerán relaciones cordiales con el rey Humabon, que les ofrece planos de esta rica región a cambio de ayuda en un enfrentamiento que tenía con el líder de otra isla, el cacique Lapulapu. Pero, caerán en una trampa, cientos de nativos los esperan metidos en trincheras, y una flecha envenenada atraviesa la pierna de Magallanes provocándole la muerte. La expedición se encuentra en un momento crítico, con la tripulación diezmada deciden quemar la nao Concepción, quedando solo la Victoria y la Trinidad.

Tras pasar por Borneo, llegarán por fin a las tan ansiadas Molucas, donde será atendidos muy bien por el sultán Almansur, que los recibirá en una canoa de oro con un parasol hecho de ricas sedas. Con estos nativos harán interesantes intercambios comerciales; tijeras, anillos de latón, telas? por clavo y nuez moscada.

Con las bodegas de las naos cargadas de especias, es el momento de ir planteando el regreso. La Trinidad, finalmente se quedará en Las Molucas por su mal estado, para ser reparada y volver más tarde. El Cano asumirá el mando de la Victoria, con la que partirá a Timor. Esta será la última parada antes de adentrarse en el Indico, e iniciar la vuelta a casa. El Índico será el océano más duro, con menos islas, aparecerá de nuevo el hambre, el escorbuto, cada día se arrojaba al mar un cadáver. Pasarán el cabo de Buena Esperanza, zona de difícil navegación, y sin poder tocar tierra, eran dominios portugueses.

Tras cinco meses de navegación llegan a Cabo Verde, saben que es de Portugal, pero el hambre, el mal estado de la nave... Les obliga a fondear. Para no tener problemas Elcano miente, y cuenta que son una flota que viene de América y una tormenta les desvió hasta allí. Pero alguien se fue de la lengua y tendrán que marcharse a toda prisa, con las provisiones suficientes para volver a casa, la siguiente parada Sanlúcar de Barrameda.

El 6 de septiembre de 1522, después de 3 años, llegaron a Sanlúcar los 18 supervivientes, con aspecto fantasmal y rostro cadavérico, 2 días más tarde a Sevilla, donde en procesión irán a la Catedral a dar las gracias a la Virgen de la Antigua. Con el valor de las especias que trajeron pagaron todos los gastos de la expedición, incluso obtuvieron beneficios, y vivieron una aventura que cambiará el curso de la Historia.

Carlos Claver. 500 ANIVERSARIO DE LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO. 

MAGALLANES Y SU GRAN AVENTURA.